A uno no le llega regularmente (ni puntualmente) un sobre desde Nueva Zelanda, creo que nunca ha estado dentro de mis planes una cosa así, pero el alegrón que tuve al llegar a casa y ver el sobre fué igual al que algunas veces he experimentado al ir a una feria del disco o llegar a Tallers y encontrar un incunable de esos que hacia años que ibas detras de él.
Yo ya tenia claro que es lo que contenia el sobre, pero abrirlo fué de esos momentos que al final recordaré siempre, tener contacto directo con Tess Liautaud, una artista que ahora vive en las antipodas, cruzarnos algunos emails y que al final lleve en formato fisico a casa su ultimo trabajo en vinilo es un regalazo y encima con dedicatoria y con una cita pendiente si algun dia se acerca por BCN, estyos momentos son los que hacen que no pierda la pasión y la ilusión por esto de la música.
2 comentarios:
Lo celebro. La paia tiene punch, y, como otros que se encuentran en el proceso, no pasará de ahi. Lo bonito es disfrutarlo en el momento, y hacerselo llegar, eso solo no se paga con dienro, bien hecho, Pepo.
Dificil de explicar, solamente accesible a la compresion por parte de afectados por esta enfermedad.
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